El domingo por la noche, al menos 15 personas perdieron la vida en un ataque terrorista durante una celebración de Janucá en la famosa playa Bondi de Sydney, Australia. Unas 1.000 personas se habían reunido en una zona verde del Parque Archer cuando al menos dos hombres armados abrieron fuego a las 6:47 p.m. hora local.
Según las autoridades, los sospechosos del tiroteo mortal eran padre e hijo: Sajid Akram, de 50 años, y su hijo Naveed Akram, de 24. El joven, que se encuentra en estado crítico pero estable en el hospital, nació en Australia, mientras que su padre, quien murió en el lugar de los hechos, emigró al país en 1998.
Este ataque es considerado el peor tiroteo masivo ocurrido en Australia desde una masacre hace casi 30 años, que llevó al país a introducir algunas de las leyes de armas más estrictas del mundo.
Entre las víctimas se encontraban una niña de 10 años llamada Matilda, a quien su tía describió como una "niña muy dulce y feliz, con una hermosa sonrisa"; un rabino; un sobreviviente del Holocausto; y un joven francés. Todos ellos perdieron la vida en el ataque, mientras que Naveed Akram, el hijo del atacante, se encuentra en estado crítico.
Las autoridades australianas han calificado este incidente como un ataque terrorista y han iniciado una investigación exhaustiva para determinar los motivos y el alcance de este terrible suceso. La comunidad judía de Sydney se encuentra en shock y de luto por la pérdida de vidas en una celebración que debía ser de alegría y unidad.
Este ataque pone de manifiesto la persistente amenaza del terrorismo y la necesidad de reforzar la seguridad y la vigilancia, especialmente en eventos comunitarios y lugares públicos. Las autoridades han asegurado que harán todo lo posible por encontrar a los responsables y brindar justicia a las víctimas y sus familias.
