Noruega, un país conocido por su impresionante geografía de fiordos y montañas, está a punto de lograr un hito en ingeniería con la construcción del túnel submarino más largo del mundo. El Rogfast, de 27 kilómetros de longitud, conectará las localidades de Radaberg y Bokn, eliminando la necesidad de utilizar varios transbordadores para recorrer la ruta costera E39.
La orografía noruega, con sus islas y fiordos, hace que los desplazamientos terrestres sean complicados y requieran de largos trayectos. Por ello, los noruegos se han acostumbrado a moverse por mar, utilizando ferris para conectar las diferentes poblaciones. Sin embargo, este sistema dependiente del clima y las condiciones del mar no es el más eficiente.
Es aquí donde entra en juego el proyecto del túnel Rogfast, que forma parte de un plan más amplio de modernización de la ruta E39 entre Trondheim y Kristiansand. Este túnel submarino permitirá reducir a la mitad el tiempo de viaje a lo largo de esta carretera costera, que actualmente lleva unas 21 horas y requiere de siete transbordadores diferentes.
El Rogfast contará con dos tubos, cada uno con dos carriles de un solo sentido, y también conectará con la isla de Kvits y mediante una rotonda submarina a 260 metros de profundidad, la más profunda del mundo. Este desafío técnico plantea enormes retos, ya que la presión del agua a esa profundidad es 40 veces superior a la presión atmosférica en la superficie.
Durante la construcción, los ingenieros han tenido que hacer frente a filtraciones de agua salada al interior de la estructura, antes incluso de llegar a los 300 metros de profundidad. Sin embargo, las autoridades noruegas mantienen su confianza en el proyecto y están utilizando tecnología láser para escanear el túnel en tiempo real y evitar errores en el punto de encuentro de las excavaciones desde ambos extremos.
Se espera que el túnel Rogfast, el más largo del mundo, esté terminado para el año 2033, como parte de la modernización a largo plazo de la ruta costera E39. Este ambicioso proyecto de ingeniería no solo mejorará la conectividad en Noruega, sino que también servirá como un ejemplo de la capacidad de la tecnología para superar los desafíos geográficos más extremos.
