Alfredo Zamudio, director de la misión en Chile del Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, afirma que el principal obstáculo que enfrenta el país para dialogar no es la ignorancia, sino la falta de voluntad y tiempo. Según el experto, si bien se han realizado más de 160 talleres de diálogo en el que el 94% de los participantes ha puesto a prueba las herramientas aprendidas, el mayor problema es la resistencia al cambio, identificada por el 74% de los encuestados, seguida por la falta de tiempo.
Zamudio explica que la escucha atenta es crucial para la estabilidad social, ya que permite identificar a tiempo los factores impulsores del conflicto, como la desigualdad o las injusticias, antes de que sean utilizados por factores gatilladores que puedan hacer "explotar la caldera social". Sin embargo, advierte que en Chile las personas suelen interrumpir y asumir que conocen las necesidades del otro, impidiendo una comprensión más profunda.
El experto en resolución de conflictos sostiene que el diálogo en Chile se ha convertido en "un producto de mercado", donde la pregunta es "¿para qué te voy a escuchar? ¿Para qué me sirve?". Afirma que el país tiene las capacidades y los conocimientos necesarios, pero le falta darse el tiempo y la voluntad para escucharse y generar un verdadero cambio.
Pese a las dificultades, Zamudio ve a Chile en una situación reversible y sostiene que el país está "bastante bien vacunado" contra la opción por la violencia gracias a su memoria histórica, aunque requiere "refuerzos" periódicos.
