Durante la época navideña, un aroma inconfundible se esparce por cada rincón de Ecuador: el delicioso olor a pristiños con miel de panela. Este tradicional postre quiteño es mucho más que una simple fritura dulce, es un símbolo de encuentro familiar, de risas compartidas y de esa nostalgia que solo una receta casera puede despertar.
Los pristiños son masas de harina frita que se preparan con ingredientes sencillos -harina, huevos, mantequilla, anís y polvo de hornear-. Aunque pueden parecer similares a los buñuelos españoles, los pristiños ecuatorianos tienen su propia personalidad. Su forma suele ser más entrelazada o de lazo, con una masa más consistente y aromatizada con el anís, que les da un carácter único.
Pero lo que realmente marca la diferencia es la miel de panela que los acompaña. Esta miel tiene un sabor profundamente caramelizado, con notas de canela y a veces clavo, que contrasta deliciosamente con lo crujiente de la masa.
"Basta de teorías, aquí va una receta fácil y perfecta para compartir en familia estas fiestas", dice la fuente. Y es que preparar pristiños se ha convertido en una tradición que ha sobrevivido generaciones, uniendo a las familias ecuatorianas en torno a este dulce manjar.
Así, cada Navidad, el aroma de los pristiños recorre las calles y plazas de Ecuador, evocando recuerdos y convocando a las familias a disfrutar de este postre que es mucho más que una simple fritura. Es una tradición que se ha convertido en un símbolo de identidad y de encuentro, un legado que se transmite de generación en generación.










