Bolivia ha dado pasos importantes hacia una mayor inclusión financiera en los últimos años, según lo revelan los resultados del Índice de Inclusión Financiera 2025 presentado por el holding financiero Credicorp. El estudio muestra que el porcentaje de bolivianos en el nivel más alto de inclusión financiera pasó del 13% en 2021 al 22% en 2025, reflejando mejoras tanto en el acceso como en el uso de los servicios financieros.
Uno de los principales motores de este progreso ha sido la digitalización. El uso de billeteras digitales se triplicó desde 2021, llegando al 46% de la población, lo que ha permitido acercar el sistema financiero a segmentos que antes estaban marginados. Además, se observa un mayor conocimiento y uso cotidiano de productos financieros como cuentas de ahorro y seguros.
Sin embargo, persisten brechas de inclusión, especialmente entre mujeres, trabajadores informales y habitantes rurales. Para seguir avanzando, se requiere aumentar los esfuerzos en educación financiera, planes específicos para cada población y mejorar el acceso a internet.
"Hablar de inclusión financiera es hablar de progreso, no solo en términos de crecimiento económico, sino de movilidad social, autonomía y bienestar", señala el informe. En ese sentido, los avances registrados en Bolivia representan pasos importantes hacia un país más conectado y con más oportunidades para todos.
Ahora el desafío está en transformar estos avances en un proceso sostenido, fortaleciendo las inversiones y políticas que impulsan la digitalización financiera. Cada punto ganado en inclusión significa una vida con más herramientas para decidir, crecer y proyectarse, y Bolivia ya ha comenzado a dar pasos en esa dirección.
