El Gobierno de Chile ha emitido una enérgica protesta por las declaraciones del presidente de Colombia, Gustavo Petro, sobre el presidente electo José Antonio Kast, a quien Petro calificó de "nazi" y "hijo de nazi". El ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, entregó una nota de protesta al embajador colombiano en Chile, calificando los comentarios de Petro como una "falta de respeto" y una "intromisión impropia en asuntos de política interna".
Van Klaveren afirmó que los dichos de Petro "no solo denostan al presidente electo, sino a la decisión soberana del pueblo de Chile y a la solidez democrática de nuestras instituciones". Petro había advertido que "jamás le dará la mano a un nazi y a un hijo de nazi", y había lamentado que "los pueblos elijan su Pinochet".
Las declaraciones de Petro se produjeron después de que el argentino Javier Milei celebrara la victoria de Kast en Chile. Petro advirtió que "por el sur y por el norte vienen los vientos de la muerte" y llamó a los "grancolombianos" a "resistir con la espada de Bolívar en alto".
Kast, un abierto seguidor del exdictador Augusto Pinochet, se impuso en la segunda vuelta de las elecciones chilenas con el 58% de los votos, derrotando a la candidata de izquierda Jeannette Jara. Su triunfo ha generado preocupación entre los sectores progresistas de la región.
El Gobierno de Boric ha calificado los comentarios de Petro como una "falta de respeto" y una "intromisión impropia" en los asuntos internos de Chile, defendiendo la "decisión soberana" de los chilenos y la "solidez democrática" de sus instituciones.
