Las Fuerzas Armadas de Taiwán cuentan con la capacidad de responder de forma rápida ante un "ataque repentino" de China, incluso sin necesidad de esperar órdenes de sus superiores, según informó el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de la isla en un reporte enviado al Parlamento.
En el documento, el MDN detalla los mecanismos de reacción que tienen las fuerzas taiwanesas en caso de una eventual agresión militar china. Señala que, si China anunciara operaciones militares cerca del estrecho de Taiwán, las tropas isleñas activarían un "centro de respuesta" encargado de coordinar las acciones a diferentes niveles y elevar el nivel de alerta para "ejecutar maniobras inmediatas de preparación para el combate".
Asimismo, las tres ramas principales de las Fuerzas Armadas -Ejército, Armada y Fuerza Aérea- llevarían a cabo "misiones de respuesta" con el objetivo de impedir que el Ejército chino pase de las maniobras al combate. Según el MDN, "si el enemigo lanza un ataque repentino, las unidades aplicarán sin esperar órdenes de un sistema de 'control distribuido' y ejecutarán sus misiones de combate bajo directrices de funcionamiento descentralizado".
La divulgación de este informe se produce menos de un mes después de que el presidente taiwanés, William Lai, anunciara un conjunto de iniciativas destinadas a reforzar las capacidades defensivas de la isla, entre ellas la propuesta de invertir 1,25 billones de dólares taiwaneses (unos 39.681 millones de dólares estadounidenses) entre 2026 y 2023 para financiar el desarrollo del 'Escudo de Taiwán' (T-Dome), un sistema de defensa aérea en capas similar a la 'Cúpula de Hierro' (Iron Dome) israelí.
Sin embargo, este plan de gasto todavía no ha sido tratado por el Parlamento isleño, donde los dos principales partidos de la oposición, el Kuomintang (KMT) y el Partido Popular de Taiwán (PPT), favorables a estrechar los lazos entre Taipéi y Pekín, cuentan con mayoría de escaños.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa de China Jiang Bin acusó a Lai de "avivar repetidamente la supuesta 'amenaza militar' del continente, intensificando la confrontación y el antagonismo entre ambos lados del Estrecho". Asimismo, calificó las "provocaciones independentistas" del gobierno de Lai como "el peor tumor venenoso que perjudica y destruye a Taiwán", y afirmó que la "reunificación" entre ambos lados del Estrecho es "la mejor opción para garantizar una paz duradera en Taiwán".
China considera a Taiwán como una "parte inalienable" de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para hacerse con su control, una postura rechazada por el gobierno de Taipéi, que sostiene que el futuro de la isla lo decidirán sus 23 millones de habitantes.












