Tras una escalada de violencia entre las comunidades de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, en el departamento de Sololá, Guatemala, las autoridades han informado que al menos 13 vecinos de Nahualá perdieron la vida durante los enfrentamientos del pasado fin de semana.
Según las investigaciones de la Policía Nacional Civil (PNC), el conflicto territorial entre ambos municipios se agravó el jueves 11 de diciembre, cuando pobladores de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán dispararon contra efectivos del Ejército y las subestaciones de la PNC ubicadas en la zona. Como consecuencia, 16 agentes de la PNC fueron retenidos bajo amenazas por los comunitarios, quienes exigían la localización de cinco vecinos presuntamente secuestrados por personas armadas de Santa Catarina Ixtahuacán.
Posteriormente, en la noche del sábado 13 de diciembre, se produjeron nuevos enfrentamientos con disparos contra las fuerzas de seguridad y vehículos que transitaban por la Ruta Interamericana. El ministro de Gobernación, Marco Villeda, confirmó que 13 comunitarios y un soldado del Ejército fallecieron durante estos hechos.
Sin embargo, la Dirección de Prensa del Ministerio de la Defensa (Mindef) negó que un militar haya muerto. Por su parte, los vecinos de Nahualá aseguraron haber sido atacados a tiros desde un helicóptero, exigiendo el esclarecimiento de los hechos y la rendición de cuentas por el uso de la fuerza.
El director general de la PNC, David Custodio Boteo, declaró que los operativos policiales y militares en la zona se han intensificado, ya que "no se trata de un conflicto territorial, sino de enfrentamientos entre grupos criminales organizados con personas armadas de manera ilegal".
Ante la escalada de violencia, el alcalde de Nahualá, Manuel Guarchaj, pidió la intervención del Gobierno, mientras que el alcalde de Santa Catarina Ixtahuacán, Edgar Tambriz, confirmó bloqueos en el área e indicó que tenía conocimiento de personas retenidas durante los enfrentamientos.
Las autoridades han decretado un estado de Prevención en ambos municipios, con el objetivo de restablecer el orden y la seguridad en la región. Sin embargo, los líderes comunitarios exigen soluciones estructurales y mecanismos de diálogo, en lugar de una respuesta militarizada, para poner fin a este conflicto que ha cobrado la vida de 13 personas.
