El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, volvió a referirse a la situación de las vacantes sin ocupar en el máximo tribunal y la necesidad de que el Estado resuelva esta situación. Rosatti insistió en que el número ideal de jueces para la Corte Suprema es de cinco, ya que en esa integración cada expediente es debatido por todos los miembros y favorece una deliberación sustancial sobre cada fallo.
Rosatti explicó que con cinco jueces, la mayoría es de tres, por lo que todos intervienen en el análisis de los casos. En cambio, en una Corte de siete u ocho miembros, el circuito para el análisis de los casos se vuelve más extenso y podría dificultar la construcción de consensos.
El titular del máximo tribunal también señaló que la Corte Suprema debería intervenir solo en aquellos temas "en los que hay una cuestión estrictamente constitucional", y no en todos los casos que llegan a su instancia. Rosatti utilizó una analogía futbolística para explicar el funcionamiento actual del organismo, indicando que se sienten "como un equipo de once jugadores que tiene que jugar con siete".
Según Rosatti, las actividades que lleva a cabo la Corte requieren una organización que, ante la cantidad de gente disponible, puedan sacar el trabajo. En este sentido, detalló que todas las semanas tienen un acuerdo en el que discuten las sentencias que quieren sacar en las semanas subsiguientes, lo que implica un debate anticipado sobre lo que van a hacer en las próximas semanas o meses.
El presidente del máximo tribunal también señaló que la dotación de letrados en la Corte es considerablemente inferior a la de algunos estudios jurídicos privados de Buenos Aires, y que la única forma de trabajar sin inteligencia artificial por ahora es a través de este reparto de tareas.
Finalmente, Rosatti destacó que este año va a ser el récord histórico desde la fundación de la Corte Suprema en 1863 en cuanto a la cantidad de sentencias firmadas, con más de 13.000 fallos. Sin embargo, reiteró la importancia de que existan más plenarios o instancias de casación en todos los fueros, de modo de unificar criterios antes de llegar al máximo tribunal.











