La decisión del Municipio de Guayaquil de blanquear una pared donde se encontraban grafitis que recordaban a los cuatro niños de Las Malvinas asesinados hace más de un año, ha generado indignación entre los artistas urbanos de la ciudad.
La pared, ubicada en Loja entre avenida Malecón y Roca, fue intervenida por obreros municipales, borrando así los grafitis que mencionaban a Steven Medina, Nehemías Arboleda y los hermanos Josué e Ismael Arroyo. Estos niños fueron brutalmente asesinados en un hecho que conmocionó a la sociedad guayaquileña.
Según la gestora cultural María Fernanda López, el mural llevaba cinco años de elaboración y había sido realizado durante la pandemia. "Son como 20 metros y llenarlos con aerosol y (pintura) látex tiene un costo", comentó.
La arquitecta e ilustradora Renata Vélez, quien participó en la elaboración del mural, expresó que este cargaba "todo el peso, memoria y también historia" de los niños asesinados.
Ante el borrado de la obra, algunos de los artistas se reunieron desde el pasado domingo 14 de diciembre para comenzar a repintarla, en lo que consideran una "guerra del grafiti" similar a la que se dio en los años 70 y 80 en Nueva York.
El Municipio de Guayaquil, por su parte, aseguró a EXPRESO que no tuvo "ninguna relación con esta intervención". Sin embargo, los artistas urbanos se mantienen firmes en su intención de recuperar el mural y continuar honrando la memoria de los niños asesinados.
Este hecho evidencia la tensión entre las autoridades y los artistas callejeros, quienes buscan preservar su obra y su capacidad de expresión en los espacios públicos de la ciudad.












