Aflojar un tornillo oxidado suele convertirse en una tarea frustrante, pero existen soluciones efectivas más allá del clásico WD-40. Especialistas explican que ciertos ingredientes comunes en el hogar pueden lograr eliminar el óxido sin deformar el tornillo ni la rosca.
El óxido se forma cuando el hierro entra en contacto prolongado con la humedad y el oxígeno, generando una capa rugosa que aumenta el volumen del metal y hace que el tornillo quede prácticamente soldado a la rosca. Muchos aceites penetrantes solo lubrican la superficie, pero no siempre logran romper esa estructura oxidada.
Sin embargo, ciertos compuestos ácidos pueden actuar directamente sobre el óxido, debilitándolo sin afectar el metal base cuando se usan de manera controlada. Por eso, algunos métodos caseros toman ese lugar de solución puntual y eficaz.
El vinagre y el ácido cítrico (como el jugo de limón) ayudan a disolver el óxido al reaccionar con el óxido de hierro. Para potenciar el efecto, se puede añadir bicarbonato de sodio o polvo de hornear, que genera una acción efervescente capaz de penetrar en la rosca.
"Junto con el aceite, estos ingredientes combinados logran sacar el tornillo en el acto y con la misma estructura", explican los especialistas del sitio ScienceDirect. De esta manera, se puede aflojar un tornillo oxidado sin dañarlo ni modificar su resistencia original.
Los expertos recomiendan usar estos métodos caseros con precaución, aplicando los productos en pequeñas cantidades y monitoreando el proceso. Así, se puede lograr una solución rápida y efectiva sin poner en riesgo la integridad del metal.
