Las niñas de la agrupación de danza flamenca Sangre Gitana, de la Casa de Cultura Ignacio Agramonte en Camag ey, Cuba, han conquistado el Gran Premio Infantil en la Fiesta Provincial de la Danza. Este reconocimiento confirma el sólido trabajo que se ha venido desarrollando desde la comunidad, con la infancia como centro.
La agrupación, que reúne a más de medio centenar de niñas de diferentes barrios de Camag ey, ha logrado este importante lauro gracias a un proyecto que va más allá de la mera enseñanza técnica de la danza. Bajo la dirección de Dianaris Díaz Abad, quien asumió el liderazgo siendo muy joven, Sangre Gitana ofrece a las participantes una formación integral que abarca disciplina, responsabilidad y amor por el arte.
"Aquí se aprende disciplina, responsabilidad y amor por el arte. Yo cuido mucho que las niñas vivan su infancia, que no quemen etapas, que entiendan que el escenario también es un espacio de educación", explica Díaz Abad.
Las niñas, de edades que van desde los 5 hasta los 9 años, llegan al proyecto movidas por la ilusión de bailar y descubren en el flamenco una forma de expresar sus emociones y de nombrarse a sí mismas. Keila María, Analía, Estefani Daniela, Camila Ramírez y otras pequeñas bailarinas cuentan cómo el espacio del baile se ha convertido en un refugio emocional y en una escuela de vida.
Más allá de la técnica, el proyecto Sangre Gitana busca que las niñas desarrollen su sensibilidad artística y su gusto musical, alejándose de los ritmos más comerciales y acercándose a las raíces de la danza española y flamenca.
"Se les muestra que no todo es reguetón, que existe otra música y otras formas de decir", señala Yilian Vázquez Barceló, instructora de teatro y madre de una de las participantes.
El apoyo de las familias ha sido fundamental para el crecimiento y consolidación de Sangre Gitana. Madres, padres y abuelos acompañan a las niñas en su proceso de aprendizaje y celebran con orgullo cada uno de sus logros.
Con este Gran Premio Infantil, Sangre Gitana reafirma su camino y su compromiso con la formación integral de las nuevas generaciones a través del arte. Un proyecto que, más allá de los reconocimientos, se ha convertido en un espacio de refugio, escuela y futuro para las niñas de Camag ey.










