Un estudio publicado en Science Advances propone un modelo alternativo para explicar cómo se forman planetas rocosos como la Tierra. El mecanismo involucra explosiones de estrellas cercanas y la inyección de partículas cargadas. La conclusión resulta atractiva para quienes buscan vida extraterrestre: los planetas con una composición similar a la nuestra no deberían ser tan raros en el universo.
Según el modelo, las supernovas cercanas juegan un papel clave en la formación de planetas rocosos y secos como la Tierra. Tradicionalmente, se creía que los planetas rocosos aparecían casi de manera inevitable cuando se forma una estrella. Sin embargo, este nuevo enfoque sugiere que se necesita una fuente adicional de calor para eliminar el exceso de agua y formar un planeta habitable.
La investigación, realizada por la Universidad de Tokio, propone un mecanismo dual por el cual las supernovas cercanas aportan esa energía extra. Por un lado, las partículas radiactivas creadas en la explosión se inyectan directamente en el disco protoplanetario. Por otro, la onda de choque y los rayos cósmicos transforman el polvo del sistema estelar en material radiactivo, que también libera calor.
Este modelo resuelve una de las grandes contradicciones del campo: la Tierra recibió demasiadas partículas que liberaron calor, algo imposible si la supernova hubiera estado demasiado cerca. Con el mecanismo dual, una explosión a unos 3 años luz pudo transformar el entorno planetario sin destruirlo.
Las simulaciones indican que entre el 10 y el 50% de las estrellas similares al Sol podrían albergar discos con abundantes radionúclidos, capaces de formar planetas rocosos secos y habitables. Si bien la aparición de vida no está garantizada, este modelo ofrece esperanza a quienes buscan mundos similares a la Tierra en otros sistemas estelares.
