El paro armado decretado por la guerrilla del ELN en varios municipios del país ha generado un rechazo generalizado por parte de sectores políticos, incluidos los afines al Gobierno Nacional y la oposición. La medida, que inició el domingo 14 de diciembre y se extendería hasta el miércoles 17 del mismo mes, ha provocado una fuerte reacción de la Embajada de Estados Unidos en Colombia.
Según el comunicado de la guerrilla, la restricción se debe a las "amenazas de intervención imperialista" por parte de los Estados Unidos, en lo que denominaron un "Plan Neocolonial de Trump". Sin embargo, desde la Embajada norteamericana rechazaron el paro, argumentando que es una "amenaza del grupo narcoterrorista ELN" que "continúa con el narcotráfico, los ataques y el abuso del digno pueblo colombiano".
Además, el consulado llamó la atención por su espaldarazo al gobierno de Gustavo Petro en relación a combatir estas estructuras criminales, a pesar de las tensiones que hay entre ambos mandatarios. "Reiteramos nuestro firme apoyo al Gobierno Nacional, a la valiente fuerza pública y a todos los colombianos en la lucha contra los grupos armados ilegales y en la defensa de nuestros valores democráticos compartidos", señaló la Embajada.
Por su parte, el presidente Petro se pronunció a través de su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter), asegurando que este tipo de acciones no constituyen amenazas contra gobiernos extranjeros, sino contra Colombia y su proyecto político. "Estas no son amenazas a Trump, son amenazas a Colombia y al proyecto de Bolívar de la Gran Colombia", afirmó el jefe de Estado.
En su declaración, Petro señaló que el ELN "nunca entendió que lo más revolucionario que podía hacer era juntar en la práctica el amor eficaz de Camilo Torres Restrepo con la paz del país", y agregó que la organización no comprendió que "ascendía la conciencia popular y que su papel no era estar con las mafias mexicanas y albanesas sino con el pueblo de Colombia".
El rechazo unánime al paro armado del ELN por parte del Gobierno, la oposición y la Embajada de Estados Unidos refleja la preocupación por la seguridad y la estabilidad en Colombia, así como la determinación de las autoridades y la comunidad internacional en combatir a los grupos armados ilegales que atentan contra el bienestar del pueblo colombiano.












