El pasado lunes, las autoridades de Providence, Rhode Island, anunciaron la liberación de Benjamin Erickson, la persona que había sido detenida como sospechosa del tiroteo ocurrido en la Universidad Brown, donde murieron dos estudiantes y nueve resultaron heridos.
Según la información proporcionada, la policía inicialmente había identificado a Erickson como el presunto responsable del ataque en un aula del edificio Barus & Holley. Sin embargo, tras las investigaciones preliminares, se determinó que el joven de Wisconsin no estaba directamente involucrado en el incidente.
Erickson, quien sirvió como soldado de infantería en el Ejército de mayo de 2021 a noviembre de 2024, no tiene antecedentes penales, de acuerdo con los registros públicos. A pesar de su liberación, las autoridades mantienen la alerta en la comunidad y aseguran que la situación de seguridad sigue siendo estable.
El tiroteo en la Universidad Brown ha conmocionado a la comunidad académica y ha generado una serie de preguntas sobre la seguridad en los campus universitarios. Expertos en el tema han señalado la necesidad de implementar medidas más efectivas para prevenir este tipo de incidentes y proteger a los estudiantes.
Las investigaciones sobre el ataque continúan, y las autoridades han prometido hacer todo lo posible para identificar y procesar a los responsables. Mientras tanto, la comunidad de la Universidad Brown se encuentra en shock y luto por la pérdida de dos vidas jóvenes.
Este incidente se suma a la larga lista de tiroteos en instituciones educativas de Estados Unidos, una problemática que ha generado un intenso debate sobre la necesidad de reformar las leyes de control de armas y mejorar los sistemas de seguridad en estos espacios.












