El gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela ha rechazado categóricamente la extensión por un año de las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) contra un grupo de funcionarios venezolanos. Según la administración Maduro, estas medidas son "ilegítimas e ilegales" y representan una "hostilidad estéril" contra el país.
Las sanciones de la UE, que incluyen restricciones de viaje y congelamiento de activos, fueron impuestas inicialmente en 2017 en respuesta a la crisis política y económica en Venezuela. Desde entonces, han sido renovadas anualmente por la UE, que acusa al gobierno de Maduro de socavar la democracia y violar los derechos humanos.
Sin embargo, el régimen venezolano ha rechazado enérgicamente estas acusaciones, calificándolas de "injerencia inaceptable" en los asuntos internos del país. En un comunicado, el gobierno de Maduro denunció que las sanciones son "unilaterales, coercitivas y contrarias al derecho internacional".
"Estas medidas no hacen más que profundizar la hostilidad y el aislamiento de Venezuela, sin aportar soluciones a los problemas que enfrenta nuestro pueblo", señaló el texto oficial. Además, advirtió que continuará defendiendo la "soberanía" y la "autodeterminación" de Venezuela frente a lo que considera una "campaña de agresión" por parte de la UE.
Las tensiones entre Venezuela y la UE se han intensificado en los últimos años, en medio de la grave crisis política, económica y social que atraviesa el país sudamericano. El gobierno de Maduro ha sido ampliamente cuestionado a nivel internacional por sus prácticas autoritarias, la represión a la oposición y la grave crisis humanitaria que afecta a millones de venezolanos.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos, la UE ha mantenido su posición firme de condenar las acciones del régimen de Maduro y aplicar sanciones como mecanismo de presión. Sin embargo, el gobierno venezolano insiste en que estas medidas son "ilegales" y "contraproducentes", y se niega a ceder ante las exigencias internacionales.
La disputa entre Venezuela y la UE refleja la compleja y polarizada situación política que vive el país, donde el gobierno de Maduro se aferra al poder mientras enfrenta crecientes cuestionamientos y sanciones de la comunidad internacional.
