La Unión Europea ha asumido que Ucrania podría verse obligada a renunciar a su ingreso en la OTAN en el marco de unas negociaciones de paz para poner fin a la agresión rusa. Sin embargo, la UE se ha comprometido a definir garantías de seguridad que respalden a Kiev a largo plazo.
La Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas, explicó que si Ucrania acepta renunciar a la OTAN, será necesario que todos los Estados miembros y países, incluidos los estadounidenses, ofrezcan "garantías de seguridad muy fuertes y tangibles" para evitar que Rusia vuelva a invadir al país vecino.
Según Kallas, está en mano del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, "decidir a qué están dispuestos a renunciar para lograr la paz", pero por su lado la UE tiene que definir el apoyo concreto a la seguridad de Ucrania, como el número de tropas y de capacidades que aporta a las garantías.
La UE también ha insistido en que la presión "debe recaer sobre el agresor, no sobre la víctima", por lo que ha expresado su deseo de que en las negociaciones se ejerza presión sobre Moscú. En este sentido, la Alta Representante ha recalcado que es una "opción viable" utilizar los activos rusos congelados en Europa para otorgar un préstamo a Ucrania, ya que "quien causa el daño también debe compensarlo".
Pese a las dudas de algunos países como Bélgica, Italia, Malta, Bulgaria y República Checa, la UE confía en lograr un acuerdo en la cumbre de líderes del 18 y 19 de diciembre para utilizar los bienes rusos congelados y apoyar así a Ucrania.
