Un nuevo informe revela que la polarización política en España ha alcanzado niveles preocupantes, con un 14% de los ciudadanos rompiendo relaciones familiares o de amistad por discusiones sobre temas políticos en el último año. Además, uno de cada cinco españoles presenció o participó en fuertes debates políticos durante las cenas de Navidad y Año Nuevo.
El estudio, realizado por la organización More in Common, muestra que el 60% de los españoles evita hablar de política para no discutir, mientras que un 15% ha abandonado grupos de WhatsApp por motivos políticos. Según los expertos, esta polarización ya no se basa tanto en las ideas políticas en sí, sino en la desconfianza, el desprecio y el rechazo hacia quienes piensan diferente.
Los líderes políticos considerados más "polarizadores" son Santiago Abascal y Pedro Sánchez, aunque las percepciones varían según la orientación ideológica de los encuestados. Incluso algunos votantes reconocen la responsabilidad de "los suyos" en la contribución a la crispación del ambiente.
Los expertos entrevistados, como la investigadora Marta Fraile y el catedrático Ismael Crespo, coinciden en que los políticos y los medios de comunicación han jugado un papel clave en el aumento de la polarización, y advierten del riesgo de que estos discursos se normalicen y naturalicen en la sociedad.
A pesar de este preocupante panorama, el estudio también revela aspectos positivos, como que el 70% de los encuestados han mantenido conversaciones respetuosas con alguien que piensa distinto y que un 20% incluso ha cambiado de opinión tras debatir sobre política. Además, seis de cada diez creen que aún es posible superar las diferencias y recuperar la unidad social.
Los expertos hacen un llamado a los políticos para que bajen el tono de la crispación y promuevan el diálogo y el entendimiento, ya que la "toxicidad política" parece haberse instalado peligrosamente en la sociedad española.












