República Dominicana: De democracia a totalitarismo encubierto
Desde la proclamación de la independencia en 1844, República Dominicana se ha proclamado como una república democrática. Sin embargo, la realidad es que la democracia en el país se ha ido deteriorando con el paso de los años, dando paso a un sistema cada vez más autoritario y controlado por el Ejecutivo.
Según el análisis del columnista Florentino Paredes Reyes, apenas el 20% de las autoridades son elegidas democráticamente, mientras que el 80% restante es designado por el presidente, quien ejerce un poder prácticamente absoluto sobre el país. Este "Estado totalitario", como lo define el autor, ha permitido que el Ejecutivo nombre a personas sin formación académica ni condición moral en puestos públicos, con la única recomendación de ser miembros del partido o tener algún tipo de vínculo personal con el mandatario.
Esta concentración de poder en manos del presidente ha tenido graves consecuencias para el país. El columnista señala que el totalitarismo ha permitido el "pillaje generalizado", la quiebra de empresas estatales, el beneficio a grupos empresariales afines y el endeudamiento externo excesivo, todo ello justificado con la culpa a "otros de los males presentes".
Paredes Reyes advierte que, en este contexto, las elecciones cada cuatro años se han convertido en un "cuento de la democracia", donde los ciudadanos creen que tienen el poder de elegir a sus autoridades, cuando en realidad el Ejecutivo ya tiene todo controlado.
El autor concluye que República Dominicana se encuentra "empantanada rebatiendo los mismos problemas" y que es urgente entender la "metamorfosis de la mentada democracia dominicana" y su "paso de la dictadura personalista al totalitarismo con aspecto de democrática".
