El diputado Carlos Umaña advirtió que el actual clima de confrontación política en Honduras podría derivar en una crisis mayor si no prevalece la prudencia y el diálogo entre las principales fuerzas políticas del país. Ante esta situación, el legislador llamó a la mediación nacional e internacional para dirimir el conflicto.
Umaña acusó a los actores perdedores de las elecciones de obstaculizar el proceso electoral, de boicotear "todo el proceso electoral, justicia electoral e instrumentalizaron el Ministerio Público". Por ello, urgió a los partidos Nacional y Liberal a llegar a un entendimiento.
"El partido Nacional y Liberal urge realmente se pongan de acuerdo, que exista una forma de dirimir el conflicto actual, que cada quien deponga algunas actitudes que lejos de abonar más bien le echan gasolina al fuego, hoy más que nunca la prudencia debe prevalecer", reiteró.
El diputado planteó que la situación actual podría requerir la intervención de actores externos, y advirtió sobre la posibilidad de una ruptura del orden constitucional. "Acaso el tiempo de la mediación nacional e internacional ha llegado?? Yo creo francamente que sí...si no lo hacemos otros aprovecharán la caótica situación que pretenden para optar por romper el orden Constitucional", cuestionó.
La tensión se ha profundizado en Honduras tras el boicot al inicio del escrutinio especial para evacuar las actas con inconsistencias de las elecciones generales. Además, se registran discrepancias internas en el pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE), luego de que el consejero Marlon Ochoa denunciara que su propuesta de realizar un conteo "voto por voto" de las actas presidenciales fue rechazada.
Ochoa cuestionó que sus compañeras optaran por limitar el escrutinio especial a solo el 5.6% del total de actas, una decisión que, a su juicio, afecta la credibilidad del resultado final. "Sin una verificación completa no está en posición de pedirle al pueblo que confíe ciegamente en el resultado", advirtió.
El retraso en el inicio del escrutinio especial, sumado a los llamados a protestas por un supuesto fraude desde sectores del oficialismo, ha profundizado el clima de inconformidad entre la ciudadanía que participó en las elecciones del 30 de noviembre, mientras persiste la expectativa por la definición del presidente electo.
