El departamento de Santa Cruz, en Bolivia, se ha convertido en el epicentro de una crisis provocada por las intensas lluvias que han azotado la región en los últimos días. El presidente del Estado, Rodrigo Paz, ha anunciado que se procederá a declarar el estado de emergencia nacional debido a la magnitud de los daños causados.
Según Paz, las precipitaciones registradas en Santa Cruz durante el fin de semana han sido las más intensas en al menos 100 años. El desborde del río Piraí, que atraviesa varios municipios poblados, ha dejado un saldo trágico de al menos siete muertos y 18 desaparecidos, principalmente en la localidad de El Torno. Otras localidades como Warnes y Montero también han sufrido las consecuencias de las inundaciones.
"Estamos trabajando en la declaración de emergencia nacional porque este fenómeno de El Niño y La Niña no se va a ir. Tendremos tres, cuatro o cinco meses más de lluvias intensas y luego vendrán las sequías. Son consecuencias que hoy estamos viviendo", declaró el presidente Paz.
El mandatario boliviano explicó que la deforestación ha agravado de manera decisiva el impacto de las riadas, especialmente en la cuenca del río Piraí y sus afluentes. Asimismo, anunció que el Gobierno liberará recursos económicos para que las autoridades locales puedan atender la emergencia y brindar asistencia a la población afectada.
"Bolivia no está sola. Con todas las limitaciones que tenemos, vamos a poner nuestro mejor empeño. Vamos a estar 24 horas, siete días a la semana, hora por hora, buscando soluciones", aseguró Paz, al tiempo de pedir a la población extrema precaución y que tome recaudos ante la persistencia de los fenómenos climáticos.
Las intensas lluvias han provocado el desborde de ríos, inundaciones, deslizamientos de tierra y daños a la infraestructura en varias localidades de Santa Cruz. Las autoridades han activado los protocolos de emergencia y están trabajando en la evacuación de personas, la atención médica y la distribución de ayuda humanitaria.
Expertos señalan que el fenómeno de La Niña, que se ha intensificado en los últimos meses, es el principal factor detrás de estas precipitaciones récord en Bolivia. Advierten que la situación podría empeorar en los próximos meses, lo que requiere una respuesta coordinada y eficaz del Gobierno y las autoridades locales.










