En un hecho sin precedentes en Australia, al menos 11 personas han muerto y más de dos docenas han resultado heridas en un ataque terrorista perpetrado durante un festival judío en la playa de Bondi, en Sídney.
El incidente ocurrió el primer día de Hanukkah, cuando más de 1.000 personas disfrutaban de un evento que conmemoraba la festividad en una zona verde de Bondi. Justo antes de las 7 de la tarde, unos hombres armados abrieron fuego desde un puente peatonal contra la multitud que se encontraba en el recinto vallado. Cerca del lugar también había un coche lleno de bombas improvisadas, aunque no llegaron a explotar.
Testigos describieron un "pandemónium" y "un caos absoluto" mientras los bañistas comenzaban a gritar y a correr para escapar del ataque. Un video muestra a un hombre saltando desde detrás de un coche para arrebatarle el arma a uno de los atacantes y empujarlo, siendo aclamado como un "auténtico héroe" por las autoridades.
La policía ha calificado rápidamente el suceso como un ataque terrorista, en medio del aumento de los ataques antisemitas en Australia desde el conflicto entre Hamás e Israel en octubre. El primer ministro Anthony Albanese lo definió como un "acto de antisemitismo malvado" y un "acto vil de violencia y odio".
Aún se desconoce la identidad de los atacantes y sus motivos, aunque uno de ellos era conocido por la policía. Las autoridades han pedido a la población mantener la calma y evitar difundir información errónea, asegurando que están dedicando todos sus recursos a la investigación.
Este ataque se produce menos de dos años después de otra tragedia cercana, cuando en 2022 se registró un mortal ataque con arma blanca en Bondi Junction. Muchos residentes se preguntan cómo pudo ocurrir algo así en una zona que siempre se ha considerado segura y alegre.












