En un momento de desesperación y peligro, un equipo de rescate logró salvar la vida de dos mujeres que quedaron atrapadas en medio de la devastación causada por una fuerte inundación en el municipio de El Torno, Bolivia.
El incidente ocurrió este domingo, cuando una crecida repentina del río Piraí arrastró a varias personas y causó estragos en la región. Según los informes, al menos siete personas han fallecido y 18 permanecen desaparecidas a causa de este desastre natural.
Marilin Terceros Kenua, de 19 años, fue la primera en ser rescatada. La joven fue encontrada sentada entre troncos y restos de árboles, en la comunidad El Playón, por efectivos de Bomberos de la regional El Torno. Estos lograron ubicarla en una zona de difícil acceso, completamente afectada por la inundación.
Posteriormente, el equipo de rescate logró encontrar y sacar con vida a Ancieta Rebollo Tamayo, de 45 años, quien también había quedado atrapada por las aguas desbordadas en la comunidad Forestal.
Los rescatistas tuvieron que realizar maniobras complicadas con un helicóptero para poder aterrizar en medio del agua, el lodo y la acumulación de troncos y escombros, en un esfuerzo por llegar a las víctimas y sacarlas de esa situación desesperante.
Las imágenes del dramático rescate muestran el enorme desafío que enfrentaron los equipos de emergencia para poder llegar hasta las mujeres y sacarlas con vida de esa peligrosa trampa natural.
Lamentablemente, esta no es la primera vez que Bolivia enfrenta este tipo de desastres. Las inundaciones y crecidas repentinas de ríos son un fenómeno recurrente en varias regiones del país, especialmente durante la temporada de lluvias.
Expertos atribuyen estos eventos a factores como el cambio climático, la deforestación y la falta de una adecuada planificación y preparación de las comunidades ante este tipo de emergencias. Esto ha llevado a que los impactos de estas inundaciones sean cada vez más devastadores para la población.
Ante esta situación, las autoridades bolivianas han reiterado la importancia de reforzar los sistemas de alerta temprana, mejorar la coordinación de los equipos de rescate y fortalecer las capacidades de las comunidades para hacer frente a estos desastres naturales.
