La cepa de gripe H3N2, que ha causado estragos en Europa en las últimas semanas, ya llegó a México. Las autoridades de salud han confirmado más de 150 casos de esta variante, incluyendo el primer caso del subclado K, que se caracteriza por ser aún más contagioso.
La influenza A H3N2 ha sido la protagonista de una temporada de gripe atípica en el Viejo Continente. En Reino Unido, el fenómeno alcanzó tal magnitud que obligó a activar alertas especiales y reforzar las campañas de vacunación. Las hospitalizaciones por gripe se dispararon, pasando de un promedio diario de 1,717 a más de 2,660 en apenas una semana.
Aunque los síntomas de esta variante no son más graves que los de la gripe estacional, su alta transmisibilidad ha sido el principal factor detrás de la presión ejercida sobre los sistemas de salud. Expertos señalan que el virus acumuló al menos siete mutaciones adicionales, dando lugar al subclado K, el cual ha mostrado una mayor capacidad de propagación.
En México, el primer caso del subclado K se recuperó tras recibir tratamiento antiviral ambulatorio y no presentó complicaciones. Sin embargo, las autoridades sanitarias mantienen un monitoreo permanente para detectar patrones inusuales o nuevos subtipos del virus, con el fin de intervenir de manera oportuna ante posibles brotes.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que en América del Norte, Estados Unidos y Canadá también registran un aumento progresivo de detecciones del subclado K. Estos cambios genéticos en la cepa H3N2 han dificultado el reconocimiento por parte del sistema inmunológico, incluso en personas con infecciones o vacunaciones previas.
Ante este escenario, los expertos recomiendan reforzar la vacunación, especialmente en grupos de riesgo como adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y embarazadas. Además, se sugiere adaptar la fórmula de la vacuna para incluir el nuevo subclado y mejorar la protección de la población.
El monitoreo epidemiológico y la preparación de los sistemas de salud serán clave para hacer frente a esta temporada de gripe que, una vez más, ha demostrado la capacidad de adaptación y evolución del virus de la influenza.












