El 14 de diciembre se celebra el Día del Alergista, una fecha que sirve como un recordatorio de la importancia de estos profesionales en el cuidado diario de los pacientes, especialmente en un contexto donde la automedicación y la falta de información aún ponen vidas en riesgo.
Según datos del Registro Brasileño de Anafilaxia, en el último año, el 32,4% de las reacciones alérgicas graves fueron desencadenadas por medicamentos. Vítor Pinheiro, alergólogo del Instituto de Gestión Estratégica de Salud del Distrito Federal (IgesDF), alerta que alrededor del 7% de la población presenta alergia a algún medicamento.
Las reacciones de hipersensibilidad a los medicamentos, comúnmente conocidas como alergias a medicamentos, son respuestas adversas inesperadas que pueden ocurrir incluso cuando el medicamento se utiliza en la dosis correcta. Los síntomas más frecuentes incluyen picazón, enrojecimiento e hinchazón, pero también pueden producir alteraciones respiratorias, gastrointestinales, cardiovasculares e incluso neurológicas.
Pacientes que ya han tenido algún episodio de alergia tienen una mayor probabilidad de desarrollar nuevas reacciones con otros medicamentos. El especialista recalca que el uso continuo de varios medicamentos aumenta el riesgo de interacciones y efectos secundarios inesperados.
Los fármacos más asociados a cuadros de hipersensibilidad son los antibióticos, los antiinflamatorios no esteroideos, los quimioterapéuticos utilizados en el tratamiento del cáncer y los anestésicos.
El diagnóstico comienza con una evaluación clínica detallada, que considera los síntomas y el historial del paciente. Luego, pueden ser necesarios exámenes complementarios, como pruebas cutáneas o de provocación, realizadas en centros especializados por profesionales capacitados.
Vítor Pinheiro recalca que reconocer y comunicar la alergia es parte esencial del cuidado. En caso de sospecha, es importante registrar toda la información relevante y compartirla con el médico. Una vez confirmado el diagnóstico, es fundamental evitar la automedicación y cualquier producto que contenga el mismo principio activo, ya que la alergia a un medicamento suele acompañar al paciente de por vida.












