El presidente de Honduras, Juan Hernández, realizará una visita oficial a Estados Unidos en medio de una compleja situación política en su país. La agenda del mandatario incluye reuniones con altos funcionarios estadounidenses para abordar temas de seguridad, migración y cooperación económica.
La visita se produce en un momento delicado para Hernández, quien enfrenta acusaciones de corrupción y vínculos con el narcotráfico. Desde hace meses, la oposición y organizaciones civiles han exigido su renuncia, generando protestas y enfrentamientos en las calles de Honduras.
Sin embargo, la Casa Blanca ha mantenido su apoyo al presidente hondureño, considerándolo un aliado clave en la región. Esta visita se perfila como una oportunidad para que Hernández busque fortalecer sus lazos con la administración Biden y obtener respaldo político y financiero.
Durante su estancia en Washington D.C., el mandatario hondureño se reunirá con el secretario de Estado, el secretario de Seguridad Nacional y otros altos funcionarios. La agenda incluye discusiones sobre temas como la lucha contra el crimen organizado, la migración irregular y las inversiones estadounidenses en Honduras.
Analistas señalan que Hernández buscará convencer a sus contrapartes estadounidenses de que sigue siendo un socio confiable, a pesar de las acusaciones en su contra. El gobierno de Honduras ha negado enérgicamente los señalamientos de corrupción y ha acusado a la oposición de intentar desestabilizar al país.
La visita también se produce en un contexto regional complejo, con tensiones crecientes entre Estados Unidos y algunos gobiernos de América Latina. Hernández intentará posicionarse como un interlocutor válido entre Washington y la región, en un momento en que la influencia estadounidense enfrenta desafíos.
Sin embargo, los críticos del presidente hondureño advierten que su viaje a Estados Unidos podría ser percibido como un intento de obtener respaldo internacional para mantenerse en el poder, en medio de la crisis política que sacude a su país.
