Estados Unidos impuso nuevas sanciones contra tres familiares del presidente venezolano Nicolás Maduro y seis empresas vinculadas al transporte de crudo del país sudamericano, en una escalada del pulso con Caracas. Además, Washington anunció que conducirá a un puerto estadounidense al petrolero incautado por fuerzas norteamericanas frente a las costas de Venezuela, lo que aumenta los temores de un conflicto abierto entre ambos países.
La acción de Estados Unidos se produce luego de que el miércoles sus fuerzas tomaran el control de un buque cargado de crudo venezolano en una espectacular incursión, descendiendo a rápel desde helicópteros. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció paralelamente nuevas sanciones contra tres sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente venezolano, al afirmar que dos de ellos son "narcotraficantes que operan en Venezuela".
Nicolás Maduro calificó el decomiso del buque como un acto de "piratería naval criminal" y se entrevistó telefónicamente con el presidente ruso, Vladimir Putin, quien le reiteró su apoyo. Por su parte, la opositora venezolana María Corina Machado, recientemente galardonada con el premio Nobel de la Paz, mostró su respaldo a la campaña de Estados Unidos contra Maduro.
La incautación del petrolero, que transportaba 1,1 millones de barriles de crudo, según registros, fue considerada un golpe al "régimen" socialista de Caracas por parte de la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem. Ella afirmó que la operación buscaba "garantizar que estamos contraatacando a un régimen que sistemáticamente llena nuestro país de drogas mortales".
Washington ha desplegado una considerable fuerza de ataque y disuasión en la zona, con el mayor portaviones del mundo, decenas de cazas y miles de marines. Además, el expresidente Donald Trump dijo que dio luz verde a la CIA para operar dentro de Venezuela.
Esta nueva escalada en las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela se produce en medio de la profunda crisis económica y política que atraviesa el país sudamericano, que sobrevive gracias a la venta de sus recursos naturales. El decomiso del petrolero representa una significativa escalada en la campaña de hostigamiento de Washington contra Caracas.












