El acuerdo entre Disney y OpenAI, valorado en cerca de 1.000 millones de dólares, ha generado preocupación entre sindicatos y trabajadores de las industrias creativas. El convenio permitirá a los usuarios generar y compartir imágenes y videos de personajes de Disney a través de ChatGPT y la herramienta de generación de video Sora.
Se trata del primer gran estudio de Hollywood que licencia oficialmente parte de su catálogo de propiedad intelectual a OpenAI, la empresa responsable de estas tecnologías. El acuerdo contempla el uso de más de 200 personajes pertenecientes a franquicias como Pixar, Marvel y Star Wars, incluyendo figuras ampliamente reconocidas como Luke Skywalker, Deadpool, Mickey y Minnie Mouse.
Estos contenidos podrán ser creados por los usuarios y compartidos en las plataformas de OpenAI, con un despliegue previsto a comienzos de 2026. El anuncio provocó reacciones inmediatas entre organizaciones que representan a trabajadores del entretenimiento.
Sag-Aftra, sindicato que agrupa a cerca de 170.000 profesionales de los medios en todo el mundo, advirtió que existe una "preocupación real" entre sus afiliados por las implicaciones del acuerdo. Su director ejecutivo, Duncan Crabtree-Ireland, señaló que los talentos creativos están "increíblemente preocupados" por el impacto que este tipo de pactos puede tener sobre la creatividad humana.
Crabtree-Ireland indicó que, si bien Disney y OpenAI informaron al sindicato que el acuerdo excluye el uso de la imagen, semejanza y voz de artistas humanos, persiste el temor de que la creatividad desarrollada por personas termine siendo trasladada o absorbida por modelos de inteligencia artificial.
Otros sindicatos del sector, como Equity, también han expresado inquietudes, advirtiendo que este tipo de acuerdos refuerza la necesidad de protecciones más sólidas frente al uso de la IA en la industria del entretenimiento.
Desde Disney, su director ejecutivo Bob Iger afirmó que el rápido avance de la inteligencia artificial representa "un momento importante para nuestra industria", y que la colaboración con OpenAI permitirá ampliar el alcance de la narrativa del estudio de manera "reflexiva y responsable".
Sin embargo, el acuerdo no detalla cómo se representarán los personajes, dado que se excluye el uso de imágenes y voces asociadas a talentos humanos. Esto ha generado cuestionamientos sobre el impacto que estas tecnologías pueden tener en la creatividad y los derechos de los trabajadores del sector.
