La estimulación magnética transcraneal (TMS), una técnica no invasiva que modula la actividad cerebral desde el exterior, está demostrando ser una alternativa viable para el tratamiento de la demencia. Un equipo clínico del Hospital Vithas Medimar de Alicante, liderado por el neurólogo Francisco Mira, ha explorado el uso de esta tecnología y ha presentado hallazgos sumamente prometedores.
Según los datos del estudio, el 76% de los pacientes tratados con TMS han logrado estabilizar su condición cognitiva o incluso experimentar mejorías, lo que desafía la progresión típica de estas enfermedades neurodegenerativas. Este resultado es especialmente significativo, ya que la demencia suele empeorar con el tiempo.
La TMS funciona modificando la actividad eléctrica de las neuronas sin necesidad de cirugía. El procedimiento tiene un perfil de seguridad elevado, con efectos secundarios leves y transitorios, como leves mareos o cefaleas. Incluso el riesgo de convulsiones es extremadamente bajo, de aproximadamente 1 en 100.000 casos.
El doctor Mira aclara que la TMS no pretende sustituir los tratamientos convencionales, sino que se presenta como una herramienta coadyuvante que puede potenciar el efecto de los tratamientos estándar. En casos donde existan contraindicaciones farmacológicas o los tratamientos habituales no hayan dado resultado, la TMS se perfila como una alternativa viable.
Además de la TMS, el especialista menciona el potencial de otras técnicas de neuromodulación, como la estimulación transcraneal por corriente directa (TDCS), que también ofrecen grandes posibilidades para personalizar y mantener los tratamientos a largo plazo en enfermedades neurodegenerativas.
Esta línea de investigación, aún en desarrollo, abre una puerta para el manejo no farmacológico del deterioro cognitivo, centrándose en la modulación de la actividad cerebral para mejorar la calidad de vida de los pacientes con demencia.
