Las empresas de transporte público se han convertido en el principal objetivo de organizaciones criminales en los últimos meses. Casi a diario, se reportan diversos ataques a balazos contra conductores de las líneas que se negaron al pago de cupos para poder seguir trabajando con normalidad.
Ante esta situación, la empresa de transporte público Virgen de la Puerta S.A., más conocida como VIPUSA, ha tomado medidas radicales para evitar que sus trabajadores continúen muriendo a manos de las bandas delincuenciales. La compañía ha instalado blindaje en el 70% de su flota para proteger la vida de sus conductores y cobradores.
Las cabinas instaladas están conformadas por placas metálicas resistentes a las balas, las cuales rodean completamente al chofer con la finalidad de evitar los atentados con arma de fuego que se han vuelto una costumbre en el último tiempo. Además, los pilotos cuentan con chalecos antibalas para brindarles un mayor resguardo.
"En esta empresa tengo aproximadamente trabajando un año y tres meses. Desde hace seis meses estamos utilizando blindaje y chaleco. Todos los días tenemos que usarlo, pero de todas maneras tenemos que estar precavidos por todo lo que está pasando", indicó uno de los conductores de esta empresa.
Un representante de VIPUSA también señaló que su intención es brindar protección a sus cientos de pasajeros que a diario abordan sus unidades durante la ruta Ancón-Villa El Salvador. Sin embargo, hicieron un llamado a la Policía Nacional del Perú para que no los sancionen con papeletas, ya que la instalación de estas cabinas podría representar una infracción al reglamento.
Según la normativa, las lunas de los buses de transporte público no pueden ser polarizadas y/o tapadas parcial o totalmente para garantizar su visibilidad desde los exteriores. A pesar de ello, la empresa ha decidido priorizar la seguridad de sus trabajadores y pasajeros ante la ola de ataques extorsivos que han sufrido en los últimos meses.






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