_16.png)
La temporada festiva está llena de largas veladas alrededor de la mesa, y una buena bebida suele convertirse en la protagonista. Pero entre tantas opciones, ¿cuál es el mejor vino para acompañar los platos tradicionales de la temporada?
Según los expertos, la elección del vino ideal depende del menú, el momento del brindis o el tipo de celebración. Si la cena incluye preparaciones intensas como carnes rojas, cerdo horneado o guisos robustos, los tintos de cuerpo medio o completo son los más acertados.
Cabernet Sauvignon, Merlot o Syrah/Shiraz aportan estructura, taninos y profundidad, el equilibrio perfecto para salsas ricas y sabores concentrados. Servirlos a temperatura ambiente o ligeramente aireados potencia su aroma y textura.
En hogares donde predominan platos como pavo, pollo o preparaciones menos pesadas, los expertos recomiendan tintos más frescos y frutales. El Pinot Noir, con buena acidez y un cuerpo más ligero, acompaña sin opacar los sabores principales y se mantiene como uno de los favoritos de la temporada.
Para quienes prefieren vinos blancos, un Chardonnay con algo de crianza aporta cremosidad y notas frutales ideales para acompañar pavo, mariscos o vegetales asados. Y para platos con salsas dulces o especiadas, destacan alternativas frescas como Riesling o Sauvignon Blanc, perfectas para entradas y aperitivos.
Las celebraciones suelen comenzar o cerrar con un brindis, y ahí los vinos espumosos son esenciales. Champagne, Prosecco y Cava aportan la efervescencia perfecta para marcar el inicio de la fiesta, y también pueden acompañar aperitivos, ensaladas y algunos postres suaves sin perder armonía.
La clave está en elegir vinos que se adapten a los gustos de los invitados o al menú planeado. Además, es importante recordar que la temperatura cambia la experiencia: tintos a temperatura ambiente o apenas templados, blancos fríos pero no helados, y espumosos bien fríos para mantener su frescura.
