El Gobierno y la oposición han vuelto a enfrentarse por la postura adoptada por España respecto al Sáhara Occidental, después de que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, compareciera ante el Pleno del Congreso para explicar la alineación del Ejecutivo con las tesis defendidas por Marruecos.
La comparecencia del ministro ha desatado una oleada de críticas desde los diferentes grupos parlamentarios, tanto de la coalición de Gobierno como de la oposición. El portavoz de Exteriores del PP, Carlos Floriano, ha acusado al Ejecutivo de "claudicar" y "abandonar al pueblo saharaui", al tiempo que ha cuestionado la falta de transparencia y el "oscurantismo" en la relación con Marruecos.
Por su parte, la diputada de Sumar Tesh Sidi, de origen saharaui, ha afeado al PSOE su cambio de postura con respecto a lo que defendía en su programa electoral de 2019, y ha reclamado que el ministro hable sobre la situación de los refugiados saharauis.
Desde Vox, su portavoz Carlos Flores Juberías ha denunciado que los marroquíes son la segunda nacionalidad en delincuentes, y ha cuestionado que la autonomía sea la mejor solución para el Sáhara dado que no hay "ni un solo ejemplo en todo el mundo en el que la autonomía territorial funcione en un contexto de autocracia" como el marroquí.
Los socios parlamentarios del Gobierno también han criticado la postura adoptada. Agustín Santos, de Sumar, ha sostenido que la cuestión del Sáhara tiene "una posible solución" pero para ello "tiene que incluir la libre determinación del pueblo saharaui", algo que el Ejecutivo no contempla.
Desde ERC, Francesc Álvaro Vidal ha reprochado que se haga "un paréntesis" en la defensa de los Derechos Humanos en lo relativo a los saharauis, frente a la defensa que sí se hace de los palestinos. En la misma línea, la portavoz de Junts, Marta Madrenas, ha denunciado que "España sigue sin asumir sus responsabilidades 50 años después" con el pueblo saharaui.
Por su parte, el ministro Albares ha reivindicado la "excelente relación" de Madrid y Rabat, y ha acusado a los 'populares' de exhibir posturas "antimarroquíes". Además, ha defendido que la postura del Gobierno es compartida por "la mayor parte" de la comunidad internacional, cuestionando a los grupos si "de verdad todos estos países tan diversos están equivocados".
La crisis abierta entre el Gobierno y la oposición por la posición de España sobre el Sáhara Occidental pone de manifiesto la complejidad de este conflicto y las dificultades del Ejecutivo para encontrar un equilibrio entre sus relaciones con Marruecos y la defensa de los derechos del pueblo saharaui.












