El Senado de Estados Unidos rechazó este jueves, por 51 votos a favor y 48 en contra, la propuesta demócrata para prorrogar por tres años los subsidios del programa sanitario Obamacare y la iniciativa republicana que buscaba reemplazar el programa de salud con un modelo de pago directo.
Esta decisión del Congreso estadounidense duplicará el gasto de seguro médico para millones de familias, elevando el riesgo de pobreza sanitaria. Ambas propuestas, tanto la demócrata como la republicana, fueron rechazadas en el hemiciclo.
Los republicanos rechazaban los fundamentos demócratas, enfatizando que estos solo darían cobertura sanitaria a los inmigrantes en situación irregular. Por su parte, los legisladores propusieron la dotación de hasta 1.500 dólares a los ciudadanos para la contratación de seguros sanitarios privados, algo que los demócratas consideran insuficiente.
El bloqueo presupuestario, impulsado por el presidente Donald Trump con el reciente cierre de Gobierno, provocó la interrupción de los servicios no esenciales, la reducción de personal en agencias claves y la congelación de fondos para programas sanitarios.
Ciudadanos estadounidenses denuncian con regularidad la acumulación de deudas por gastos médicos masivas debido a los altos costos, ineficiencias administrativas, falta de equidad y dependencia de seguros privados, además de dificultades de acceso a la atención médica para sectores de bajos recursos.
La decisión del Senado llega en un momento crítico, cuando millones de familias estadounidenses enfrentan un futuro incierto en materia de cobertura médica. Los legisladores deberán encontrar una solución que garantice el acceso a servicios de salud asequibles y de calidad para todos los ciudadanos.
