El Ministerio de Salud Pública de Ecuador ha dado un paso significativo en el fortalecimiento de la salud materno-infantil del país. A través del Proyecto Ecuador Libre de Desnutrición Infantil (PELDI), el gobierno ha realizado una adquisición masiva de 25 millones de tabletas de suplementos de hierro y ácido fólico, con una inversión de 1,5 millones de dólares.
Esta estrategia tiene como objetivo principal combatir dos de los principales problemas de salud pública en Ecuador: la anemia gestacional y la Desnutrición Crónica Infantil (DCI). Los micronutrientes adquiridos serán distribuidos a lo largo del país, asegurando la disponibilidad continua de estos insumos médicos en los establecimientos de salud.
Paoly Alomoto, gerente del Proyecto PELDI, destacó la trascendencia de esta inversión, señalando que "estos suplementos representan una ayuda fundamental para que las madres puedan llevar embarazos más seguros y sus hijos lleguen al mundo con mejores oportunidades. Cada tableta contribuye a que niñas y niños crezcan sanos desde el inicio de la vida".
La distribución de los 25 millones de tabletas se realizará en función de la demanda real y las necesidades específicas de los establecimientos de salud en las nueve coordinaciones zonales del país. Este esquema de distribución estratégica tiene como objetivo garantizar un stock continuo y suficiente por un período de 12 meses, evitando así el desabastecimiento y asegurando que ninguna mujer que acuda a sus controles se quede sin su medicación preventiva.
Según los registros del Ministerio de Salud Pública, hasta diciembre de 2025 se ha brindado atención a 214.002 gestantes a lo largo y ancho del territorio nacional, lo que representa una cobertura del 87% en lo que respecta al control prenatal. A todas estas usuarias se les ha garantizado el acceso a las prestaciones del "paquete priorizado", un conjunto de intervenciones diseñadas específicamente para erradicar la desnutrición crónica en niños menores de dos años.
El enfoque preventivo es el eje central de esta política pública. Al centrar los esfuerzos en las mujeres embarazadas, el Estado ecuatoriano no solo protege la salud de la madre, sino que establece los cimientos para una infancia libre de desnutrición. La disponibilidad de hierro y ácido fólico en la red pública de salud elimina barreras económicas de acceso, democratizando el derecho a un nacimiento saludable y reafirmando la responsabilidad estatal de velar por sus ciudadanos desde la etapa más temprana de su desarrollo.
Con esta inversión de 1,5 millones de dólares, el gobierno de Ecuador envía un mensaje claro: la salud materna es una prioridad impostergable. Esta iniciativa representa un paso crucial en la lucha por mejorar la calidad de vida de las mujeres embarazadas y sus hijos, sentando las bases para un futuro más saludable y equitativo para la población ecuatoriana.
