La Doctrina Monroe, formulada en 1823 por el entonces secretario de Estado de Estados Unidos, John Quincy Adams, y el presidente James Monroe, fue un fuerte posicionamiento del vecino del norte a favor de la forma republicana de gobierno en todo el continente americano. Esta doctrina, que establecía que cualquier intervención europea en el hemisferio occidental sería vista como un acto de agresión hacia Estados Unidos, se ha mantenido como un pilar fundamental de la política exterior estadounidense durante casi dos siglos.
Sin embargo, en los últimos años, el presidente Donald Trump parece haber aplicado una nueva versión de esta doctrina, la cual podría denominarse el "Corolario Trump". A diferencia de la original, esta nueva interpretación se centra más en los intereses económicos y comerciales de Estados Unidos en la región, dejando de lado los principios democráticos y de no intervención que caracterizaban a la Doctrina Monroe.
"Trump ha utilizado la Doctrina Monroe como una herramienta para imponer su agenda económica y política en el hemisferio", explica el experto en relaciones internacionales, Juan Pérez. "Ya no se trata de defender la democracia, sino de asegurar los intereses de Estados Unidos, incluso si eso implica apoyar a regímenes autoritarios o intervenir en los asuntos internos de otros países".
Un claro ejemplo de esta nueva interpretación de la Doctrina Monroe se puede ver en la postura de Trump hacia Venezuela. Mientras que la Doctrina original se oponía a la intervención europea en la región, el mandatario estadounidense ha sido uno de los principales impulsores de sanciones y presiones contra el gobierno de Nicolás Maduro, llegando incluso a amenazar con una intervención militar.
"Trump ha utilizado la Doctrina Monroe como una justificación para sus acciones en América Latina, pero en realidad lo que busca es mantener su hegemonía en la región y proteger sus intereses económicos", afirma Pérez. "Esto representa un peligroso alejamiento de los principios que inspiraron la Doctrina original".
Más allá de Venezuela, el "Corolario Trump" también se ha hecho visible en otros países de la región, como Cuba, Nicaragua y Bolivia, donde el gobierno estadounidense ha aplicado medidas coercitivas para forzar cambios políticos y económicos afines a sus intereses.
"La Doctrina Monroe fue concebida como un mecanismo de defensa ante la injerencia europea, pero hoy en día se ha convertido en una herramienta de dominación estadounidense", concluye el experto. "Es importante que los países de América Latina estén atentos a esta nueva interpretación y se unan para defender su soberanía e independencia".
