El Banco Europeo de Esperma (ESB) de Dinamarca ha vendido semen de un mismo donante, conocido como 'donante 7069' o 'Kjeld', que porta un gen cancerígeno potencialmente mortal. Este semen ha sido utilizado para engendrar al menos 197 bebés en catorce países europeos.
La investigación, realizada por la Red de Periodismo de Investigación de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), reveló que el esperma de este donante fue vendido entre 2006 y 2023 a 67 clínicas de fertilidad de toda Europa, a pesar de los límites que hay en algunos países al número de nacimientos por donante.
En 2023, se bloqueó el uso del esperma de este donante tras descubrirse en la muestra una "nueva y potencialmente mortal alteración genética", una patología derivada de la mutación TP53, que es el síndrome de Li Fraumeni, una enfermedad que predispone a que la persona portadora "desarrolle diferentes tipos de cáncer a lo largo de su vida".
Según la investigación, esta alteración genética era imposible de detectar en 2005, cuando el donante comenzó a donar esperma, pero hasta noviembre de 2023 ya había sido implantada en decenas de mujeres en toda Europa. Como resultado, ya hay niños con cáncer e incluso algunos "ya han muerto".
En España, el esperma del 'donante 7069' fue vendido a cuatro clínicas y las autoridades han confirmado que ha sido usado para concebir a 35 niños, a pesar de que la legislación española limita a seis familias por donante. Tres de estos niños han dado positivo en la mutación y uno de ellos ya está enfermo.
El país donde el esperma del 'donante 7069' ha dejado más niños es Países Bajos, con 49 bebés concebidos hasta 2013, cuando se emitió la recomendación de limitar a 25 las mujeres a las que se debería inseminar con el mismo esperma. También se ha detectado que se utilizó para concebir 50 niños en mujeres no residentes en el país.
En Bélgica, donde ya habían saltado las alarmas hace unos meses, hay un total de 53 bebés de este esperma, lo que supera el límite de seis familias por donante que impone la legislación belga. La Fiscalía belga anunció en septiembre que iba a abrir una investigación sobre la clínica de fertilidad del Hospital Universitario de Bruselas (UZ Brussel).
Siete clínicas en Grecia recibieron el esperma, aunque las autoridades griegas no han facilitado datos sobre cuántos niños pueden haber nacido. Un doctor griego aseguró que tres niños de una misma familia concebidos por fecundación in vitro tienen la mutación TP53 y uno de ellos ya tiene cáncer.
El esperma también llegó a tres clínicas de Alemania, donde nacieron dos niños y uno de ellos está enfermo, y a centros en Irlanda, Polonia, Albania y Kosovo, donde no nació ningún niño. También hay reportes de que fue vendido en Chipre, Georgia, Hungría y Macedonia del Norte.
El Banco Europeo de Esperma ha reconocido en un comunicado que se han excedido los límites en algunos países, aunque lo achaca a "una inadecuada información por parte de las clínicas, unos sistemas no robustos y al turismo de fertilidad".












