República Dominicana cerró el 2025 con importantes avances en su sector energético, consolidándose como un referente regional en la transición hacia fuentes limpias y sostenibles. Según el ministro de Energía y Minas, Joel Santos, el país registró una demanda máxima de 3,923 megavatios (MW) y alcanzó un récord de 1,554 MW de generación renovable, gracias al crecimiento sostenido de la energía solar, eólica y biomasa.
Estos logros forman parte de la estrategia del gobierno para fortalecer la seguridad y sostenibilidad del suministro eléctrico, alineada con la diversificación de la matriz energética y la reducción de la dependencia de combustibles fósiles. Entre las obras clave ejecutadas durante el año se destaca la inauguración de una línea de transmisión de 345 kilovoltios que conecta los proyectos de generación a gas natural de Montecristi con Santiago, considerada la obra eléctrica de mayor impacto en la historia del país.
Asimismo, se puso en marcha el sistema de almacenamiento de energía en baterías BESS Itabo, con una capacidad de 7.5 MW, que contribuye a la estabilidad y confiabilidad del sistema eléctrico nacional. Estos avances permitieron que República Dominicana alcanzara a mediados de 2025 el 25% de participación de energías renovables en su matriz eléctrica, posicionándola como un referente regional en la transición energética.
El ministro Santos destacó que el país continúa acelerando el otorgamiento de concesiones para nuevos proyectos renovables, aprovechando el potencial solar del sur y norte del territorio, así como la expansión de parques eólicos en provincias como Montecristi, Pedernales y Peravia. Estas iniciativas buscan fortalecer una matriz energética más sostenible y diversificada.
En materia de inversión extranjera directa (IED), el sector energía y minería captó US$1,164.1 millones entre enero y octubre de 2025, lo que representa el 40.2% del total nacional. Dentro de este, el sector eléctrico recibió US$743.5 millones, posicionándose como el principal receptor de capital extranjero, por encima de sectores tradicionalmente fuertes como turismo, minería e inmobiliario.
Estos resultados demuestran el compromiso de República Dominicana con la transición energética y su liderazgo en la región del Caribe, consolidando su posición como un destino atractivo para la inversión en proyectos de energías renovables.












