Durante la invasión rusa de Ucrania, los multimillonarios rusos conocidos como oligarcas han logrado mantener e incluso aumentar su riqueza, convirtiéndose en aliados clave del presidente Vladimir Putin.
A pesar de las sanciones occidentales, los oligarcas han encontrado formas de beneficiarse del conflicto, ya sea a través de contratos de defensa o de la compra de activos a bajo precio dejados por empresas extranjeras que se retiraron de Rusia.
Según un análisis de la revista Forbes, el número de multimillonarios rusos alcanzó un máximo histórico de 140 este año, con un patrimonio colectivo de alrededor de $580,000 millones, acercándose al récord previo a la invasión.
"Eso sin contar a quienes no están directamente involucrados, pero que necesitan algún tipo de relación con el Kremlin. Y creo que es justo decir que cualquiera que dirija un negocio en Rusia necesita tener relación con el gobierno", declaró Giacomo Tognini, del equipo de Riqueza de Forbes.
La guerra en Ucrania ha sido particularmente beneficiosa para los oligarcas más leales a Putin. Después de que el presidente ruso convocara a los hombres más ricos del país al Kremlin horas después de ordenar la invasión, muchos de ellos se han mantenido en silencio y han aceptado las políticas del gobierno.
Aquellos que se han opuesto públicamente, como el exmultimillonario bancario Oleg Tinkov, han tenido que abandonar Rusia y han perdido gran parte de su riqueza.
"Lo que hizo Occidente provocó que los multimillonarios rusos se unieran en torno a la bandera", afirma Alexander Kolyandr, del Centro de Análisis Político Europeo (CEPA). "No había absolutamente ningún plan, ninguna idea, ningún camino claro para que ninguno de ellos abandonara el barco".
Mientras tanto, el éxodo de empresas extranjeras de Rusia ha creado oportunidades para que los empresarios afines al Kremlin adquieran activos a bajo precio, fortaleciendo aún más la posición de los oligarcas.
"Su bienestar futuro depende de la continua confrontación entre Rusia y Occidente", señala Alexandra Prokopenko, del Centro Carnegie Rusia Eurasia. "Esto creó un nuevo 'ejército de leales, influyentes y activos' para Putin".
A pesar de las sanciones, Putin ha logrado mantener el control sobre los principales dirigentes del país, utilizando una mezcla de recompensas y castigos para asegurarse la lealtad de los oligarcas.
