La nueva película "Ariel" de Lois Patiño plantea una fascinante premisa: ¿Qué ocurre cuando los personajes de Shakespeare toman vida propia en una remota isla de las Azores? La trama sigue a una actriz que visita la isla y se encuentra con que todos los habitantes interpretan roles de obras clásicas como Romeo y Julieta, Hamlet o La Tempestad.
Pero lejos de ser una simple representación, la película explora cómo estos personajes cobran conciencia de su condición de "personajes escritos" y deciden rebelarse contra el control del dramaturgo. "Lo que propone la película es despertar ese sentimiento: ser consciente de que no somos ni actuamos con tanta libertad como pensamos", explica el director Lois Patiño. "Estamos mucho más escritos, nos escriben o nos están escribiendo".
La actriz protagonista, interpretada por Irene Escolar, se convierte en la mano derecha del dramaturgo invisible, pero también en la única puerta de salida que encuentran los personajes para liberarse de su guion predeterminado. "Cuando algo se atasca, ella es la que va allí y lo resuelve", señala Escolar, convirtiéndose en una suerte de directora de la gran representación que tiene lugar en la isla.
Más allá de su premisa conceptual, "Ariel" también destaca por su belleza visual, con planos que funden la palabra shakesperiana con la imponente naturaleza de las Azores. "Los autores que más me interesa son los que intentan romper las fronteras, ya sea desde la palabra, desde los sonidos o la imagen", afirma Patiño.
Para la actriz Irene Escolar, la libertad en la actuación está intrínsecamente ligada al riesgo y a la falta de miedo. "Si no, es imposible hacer nada, ni arriesgar ni sentirte libre, porque para mí, la libertad de la actriz tiene que ver con el riesgo... y con la falta de miedo: la libertad es no tener miedo".
"Ariel" es una fascinante exploración de la tensión entre el control del autor y la libertad de los personajes, en una isla donde Shakespeare parece haber tomado el control absoluto. Una película que desafía los límites del lenguaje cinematográfico y nos invita a cuestionar nuestra propia condición de "personajes escritos" por la sociedad.
