El Año Nuevo es una época de celebración y nuevos comienzos, pero para las personas que viven con demencia, este período puede generar desorientación y agitación debido a los cambios en la rutina y la sobreestimulación.
Según los expertos, es fundamental priorizar la contención emocional, la anticipación y la comunicación con sentido para acompañar de manera adecuada a quienes atraviesan esta condición durante las fiestas de fin de año.
En la demencia, la memoria reciente suele verse más afectada que los recuerdos a largo plazo. Por ello, conversar sobre celebraciones de Año Nuevo vividas en el pasado, tradiciones familiares, comidas típicas, música, rituales o anécdotas, permite traer esas experiencias al presente, favoreciendo la conexión emocional y la comunicación.
"El objetivo es brindar instancias para que la persona se pueda comunicar, ignorando los posibles errores en su relato, favoreciendo el recuerdo de hechos positivos y emociones agradables", explica un especialista.
Además, se recomienda emplear enunciados breves y comprensibles, hablar de forma pausada y mantener contacto visual directo para favorecer la atención. Asimismo, es importante priorizar la información central al inicio del mensaje, reforzarla mediante repeticiones cuando sea necesario y otorgar tiempos adecuados de procesamiento para facilitar la comprensión.
Por otro lado, anticipar con tiempo qué ocurrirá durante el día, quiénes estarán presentes y qué actividades se realizarán, ayuda a reducir la incertidumbre y brindar seguridad a la persona con demencia. El uso de calendarios visibles, relojes, imágenes o recordatorios verbales antes y durante la actividad, también permite estructurar la experiencia y favorecer la participación.
"Acompañar a una persona con demencia en estas fiestas implica priorizar la contención emocional, la anticipación y la comunicación con sentido", concluye el experto.












