Otra vez Gendarmería se equivocó. Y otra vez, días previos a Navidad. Funcionarios de la institución verde boldo dejaron en libertad, por error, a un imputado que debía estar tras las rejas. Se trata de Mathias Fuentes Rojas, quien fue formalizado el pasado 23 de diciembre por los delitos de maltrato de obra a personal de investigaciones y microtráfico.
Los hechos se remontan a las 13:51 horas de ese día, cuando el Ministerio Público le comunicó cargos al imputado ante el Noveno Juzgado de Garantía de Santiago. En la instancia, el organismo persecutor solicitó su prisión preventiva, medida cautelar que fue rechazada por el tribunal. Sin embargo, el fiscal del caso apeló la decisión, por lo que ordenaron dejar preso, en tránsito, al imputado a la espera de lo que resolviera la Corte de Santiago.
La decisión del tribunal de alzada capitalino llegó tres días después, el 26 de diciembre recién pasado: Fuentes Rojas debía ingresar formalmente a prisión preventiva por ser un peligro para la sociedad. Pero cuando intentaron hacerlo, se percataron que Gendarmería lo había dejado libre el 24 de diciembre, en vísperas de Navidad, sin que costara oficio o resolución que ordenara su salida de la cárcel.
Pese a todo, recién este lunes 29 el tribunal despachó una nueva orden de aprehensión en contra de Fuentes Rojas, cuyo paradero se desconoce hasta el momento.
Este no es el único caso de este tipo que involucra a Gendarmería. El 12 de diciembre, la institución también liberó a un reo condenado por microtráfico tras malinterpretar un documento judicial. El error fue catalogado como "inaceptable" por la propia entidad, que sancionó al funcionario responsable y apartó de sus funciones de forma inmediata.
Ambos casos se dan luego del golpe casi mortal que significó la Operación Apocalipsis para la institución. Los hechos vuelven a levantar voces que piden una profunda reforma del organismo, algo que el presidente Gabriel Boric ya había anunciado, al señalar que Gendarmería dejará de depender del Ministerio de Justicia para pasar al Ministerio de Seguridad.
"Espero que esta reforma cuente con apoyo transversal de todo el espectro político porque el combate al crimen organizado, al cual no le vamos a dar tregua, es un deber de Chile y en esto no tienen que haber diferencias políticas", dijo entonces el Jefe de Estado.










