El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras se encuentra bajo presión para emitir la declaratoria final de las elecciones generales antes del vencimiento del plazo legal este martes 30 de diciembre. El proceso se ha visto envuelto en fuertes controversias por el escrutinio pendiente en los niveles de alcaldías y diputaciones, especialmente en la disputa por la alcaldía del Distrito Central.
La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, denunció que la paralización de labores y la violencia en las instalaciones forman parte de un "patrón de conducta sistemático" para boicotear el cierre legal del proceso electoral. Según Hall, estos hechos no son fortuitos ni aislados, sino que constituyen una estrategia coordinada para impedir la emisión de la declaratoria final y forzar la repetición de las elecciones en 2025.
Por su parte, el consejero Marlon Ochoa solicitó que se detenga el "robo electoral impune" mediante una prórroga del plazo, argumentando que existen 65 alcaldías y miles de marcas de diputados bajo riesgo de que se viole la voluntad popular. Ochoa también denunció una supuesta alteración de documentos públicos para beneficiar a ciertos candidatos.
En tanto, el candidato a la alcaldía del Distrito Central, Juan Diego Zelaya, acusó al consejero Ochoa de retirar su voto en el último momento, desperdiciando tiempo valioso que ellos mismos habían reclamado para el escrutinio especial. Zelaya considera que esta acción forma parte de una estrategia para sabotear la declaratoria oficial de los comicios.
Con el reloj institucional marcando las 12:00 de la medianoche de este martes como el límite ineludible, el pleno de consejeros del CNE deberá oficializar los resultados finales de las elecciones generales en Honduras, en medio de un tenso escenario de acusaciones cruzadas y denuncias de irregularidades.










