El martes por la mañana, un voraz incendio asoló el Mercado Medina en la ciudad de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, dejando un panorama desolador de caos, destrucción y cenizas.
El siniestro comenzó el lunes por la tarde y se propagó rápidamente por el mercado, alimentado por la presencia de múltiples elementos altamente inflamables. Según los reportes, el fuego se habría originado en un puesto donde se almacenaba pólvora.
Las llamas arrasaron con alrededor de 100 puestos comerciales, dejando a los locatarios que durante años han trabajado en la zona sin su patrimonio y medio de vida. Además, hubo daños en la zona de las cuarterías, donde familias perdieron sus enseres y bienes personales.
Gracias a la intervención oportuna de los bomberos, se logró rescatar rápidamente a los habitantes, incluidos dos bebés, evitando así pérdidas humanas. Sin embargo, el nivel de las pérdidas materiales es evidentemente millonario.
Elementos del Cuerpo de Bomberos continuaron trabajando durante la noche y la madrugada para sofocar por completo el incendio, mientras que la Alcaldía de San Pedro Sula envió maquinaria pesada para retirar los escombros.
Los locatarios del mercado han solicitado a las autoridades municipales y centrales apoyo con capital semilla para poder recomenzar sus negocios, ya que han quedado sin local, sin productos y sin su medio de vida.
Este devastador incendio ha dejado una profunda huella en la comunidad de San Pedro Sula, evidenciando la necesidad urgente de mejorar las medidas de seguridad y prevención de incendios en los mercados y zonas comerciales de la ciudad.
