La última sesión del Concejo Metropolitano de Quito en 2025 tuvo que ser suspendida debido a la falta de quórum, con solo 10 de los 21 concejales presentes. El alcalde Pabel Muñoz cuestionó duramente la ausencia de los ediles, señalando que algunos "se quejan en redes sociales pero no cumplen con su deber de asistir".
Durante la sesión, el concejal Adrián Ibarra calificó la situación como una "verg enza" para la ciudad, criticando especialmente al concejal Wilson Merino por sus constantes quejas sobre el trabajo del Legislativo sin asistir a las reuniones. Ibarra acusó a algunos de sus colegas de cambiar de postura "camaleónicamente" sin asumir su responsabilidad.
El alcalde Muñoz respaldó las palabras de Ibarra y agradeció a los concejales presentes por su compromiso, recalcando que los ausentes "dan lecciones de moral en las redes y no son capaces de venir a sesionar, que es lo que los quiteños exigen".
La sesión suspendida iba a tratar dos puntos importantes: el primer debate del Proyecto de Ordenanza para la Regularización del Trazado Vial del Pasaje Peatonal Juan Vásquez, en la parroquia La Ecuatoriana, y un informe sobre la sentencia de prescripción extraordinaria adquisitiva de dominio de un predio en Conocoto.
Esta situación evidencia la falta de compromiso de algunos concejales con los temas prioritarios para la ciudadanía de Quito, lo que ha generado cuestionamientos del alcalde y de sus propios colegas sobre el desempeño del Concejo Metropolitano.
