En un duro golpe para la seguridad nacional, el presidente colombiano Gustavo Petro reveló que los ataques con drones cargados de explosivos han cobrado la vida de 58 militares y policías este año, y dejado 300 heridos. Esto significa que la tradicional superioridad aérea de las Fuerzas Armadas frente a los grupos ilegales y narcotraficantes se ha revertido.
Petro explicó que la ventaja aérea que antes tenía el Ejército y las Fuerzas Militares "ahora se volvió al revés". Según datos del Ejército, desde abril de 2024 se han contabilizado 393 atentados de este tipo, con el primer ataque registrado en el departamento del Cauca.
Ante esta preocupante situación, el Gobierno colombiano anunció la compra inmediata de drones y sistemas antidrones, con una inversión de un billón de pesos (unos 267.7 millones de dólares) para reforzar la seguridad nacional.
El presidente también cuestionó a los altos mandos militares por las "fallas de seguridad" en ataques recientes, como el ocurrido este mes contra la Base Militar del 27 en Aguachica, Cesar, donde siete soldados murieron y otros 30 resultaron heridos. Asimismo, señaló problemas en la Policía tras la toma de la localidad de Buenos Aires, Cauca, donde ocho policías resultaron heridos.
Esta nueva amenaza de los drones cargados de explosivos ha puesto en jaque la tradicional superioridad aérea de las Fuerzas Armadas colombianas, obligando al Gobierno a tomar medidas urgentes para recuperar el control del espacio aéreo y proteger a sus efectivos en el terreno.












