Cada fin de año, los panameños se preparan para celebrar las fiestas navideñas con una tradición muy particular: disfrutar de una variedad de mariscos en sus mesas. Este año, a pesar de los desafíos económicos, los habitantes de Panamá han salido en busca de estos deliciosos alimentos de mar para acompañar sus platos típicos y recibir el nuevo año con alegría.
En un video compartido por TVN Panamá, se puede ver a los residentes de la capital y otras ciudades del país acudiendo a los mercados y puestos callejeros para adquirir camarones, langostas, ostras y todo tipo de mariscos frescos. Estos productos son fundamentales para la preparación de los platillos navideños más representativos de la gastronomía panameña.
"Es una tradición que tenemos desde hace muchos años. En Navidad y Año Nuevo, la gente busca los mejores mariscos para sus mesas", comenta una vendedora en el video. Los precios de estos alimentos suelen aumentar durante la temporada festiva, pero los panameños no escatiman en gastos para disfrutar de estos manjares.
La búsqueda de mariscos se ha convertido en toda una experiencia cultural en Panamá. Familias enteras acuden a los mercados, negocian con los vendedores y seleccionan cuidadosamente los mejores ejemplares para llevarlos a casa y prepararlos con recetas ancestrales. Este ritual forma parte de las celebraciones de fin de año que unen a la comunidad panameña.
Más allá de ser un simple alimento, los mariscos tienen un significado especial en la tradición navideña de Panamá. Representan abundancia, prosperidad y el disfrute de los placeres de la mesa en compañía de seres queridos. Es una forma de honrar las raíces culturales y disfrutar de los sabores del mar en una época de celebración y unión familiar.
A pesar de los desafíos económicos que enfrenta el país, los panameños se las ingenian para conseguir los mejores mariscos y preparar platillos deliciosos que se convierten en el centro de atención en sus mesas de Navidad y Año Nuevo. Esta tradición, que se transmite de generación en generación, es una muestra de la riqueza gastronómica y la importancia que tiene la comida en la identidad cultural de Panamá.
