Después de una larga y turbulenta carrera política, el expresidente Daniel Noboa ha dejado un contundente legado antes de morir. En sus últimas horas, Noboa ha emitido un mensaje final lleno de críticas y reflexiones sobre su paso por el poder.
En un texto que parece ser su testamento político, Noboa se despide de la escena pública con duras palabras hacia varias instituciones del Estado. Al Contralor, al Consejo de la Judicatura, a la Asamblea Nacional y al Consejo Nacional Electoral, entre otros, les deja una serie de advertencias y objetos simbólicos que reflejan su visión sobre el desempeño de estas entidades.
Al Contralor, por ejemplo, le lega "una lupa de lente aumentado, para que no se le escape ninguna travesura que luego nos pase una gran factura". Al Consejo de la Judicatura, le deja "algunas cajas de cartón para que, sin dilación, se pongan a empacar sus pertenencias y se vayan si tienen la más mínima decencia".
Estas duras críticas dan cuenta de la percepción que Noboa tenía sobre la corrupción y la falta de transparencia en algunas instituciones clave del país. Su legado es una advertencia final sobre los problemas que, en su opinión, aquejan al sistema político ecuatoriano.
Más allá de las críticas, Noboa también expresa su agradecimiento al Diario EXPRESO por darle la oportunidad de publicar su "legado, sin que sea censurado". Esto sugiere que buscaba tener un espacio para dejar constancia de su visión sobre el país y su propia trayectoria.
La muerte del expresidente Noboa marca el final de una era política convulsa en Ecuador. Su legado, cargado de reproches y reflexiones, será sin duda objeto de análisis y debate en los próximos años. Su voz, aunque ya no esté, seguirá resonando en el escenario público.








