Tratamiento del VIH transforma enfermedad en condición crónica

El diagnóstico de VIH solía ser una sentencia de muerte hace unas décadas, pero los avances en los tratamientos antirretrovirales han transformado por completo el panorama para estas personas. Hoy en día, la adherencia al tratamiento permite que los pacientes con VIH puedan llevar una vida prácticamente normal, con una esperanza de vida muy cercana a la población general.

Así lo afirma un nuevo informe que analiza el impacto que ha tenido el tratamiento sostenido del VIH en la calidad y expectativa de vida de estos pacientes. Según los expertos, cuando se mantiene un tratamiento antirretroviral adecuado, la esperanza de vida de las personas con VIH se acerca mucho a la de aquellos que no tienen el virus.

"Hemos pasado de ver el VIH como una enfermedad mortal a considerarla una condición crónica que se puede manejar de forma efectiva", explica la Dra. María Fernández, especialista en enfermedades infecciosas. "Siempre y cuando el paciente siga fielmente su tratamiento, puede tener una calidad y esperanza de vida prácticamente normales".

El tratamiento antirretroviral consiste en la administración de una combinación de fármacos que logran suprimir la replicación del virus en el organismo. Cuando se toma de forma regular y sin interrupciones, estos medicamentos permiten que la carga viral del paciente se reduzca a niveles indetectables, lo que evita el deterioro del sistema inmunitario.

"Antes, una persona diagnosticada con VIH tenía una esperanza de vida de apenas 10-15 años. Hoy en día, si mantienen la adherencia al tratamiento, pueden llegar a tener una expectativa de vida similar a la población general", afirma el Dr. Enrique Gómez, experto en VIH.

No obstante, los expertos advierten que la adherencia al tratamiento es fundamental. Saltarse dosis o interrumpir el tratamiento puede provocar que el virus desarrolle resistencia a los medicamentos, lo que haría que el tratamiento fuera menos efectivo.

"Es crucial que los pacientes entiendan la importancia de mantener la adherencia al tratamiento. Solo así podrán aprovechar plenamente los beneficios que ofrecen los antirretrovirales actuales", concluye la Dra. Fernández.