Los chamanes peruanos se reunieron en Miraflores, Lima, para realizar su ritual anual de predicciones para el próximo año. En esta ocasión, vaticinaron la destitución del presidente venezolano Nicolás Maduro, así como el fin de conflictos globales como la guerra en Ucrania.
Vestidos con sus tradicionales ponchos y tocados andinos, el grupo de chamanes llevó a cabo una ceremonia en la playa de La Herradura, donde realizaron ofrendas y oraciones a los dioses solicitando energía positiva y buenas decisiones de los líderes mundiales.
Durante el ritual, los chamanes ingirieron bebidas alucinógenas derivadas de plantas nativas, como la ayahuasca y el cactus San Pedro, con el objetivo de obtener la capacidad de predecir el futuro. Tras las danzas y el toque de instrumentos ancestrales, anunciaron la caída del presidente venezolano Nicolás Maduro, así como el fin de los conflictos en Oriente Medio y la guerra entre Ucrania y Rusia.
"Hemos pedido que Maduro se vaya, que se retire, que el presidente Donald Trump de Estados Unidos pueda destituirlo, y hemos visualizado que el próximo año esto sucederá", declaró la chaman Ana María Simeón.
Este grupo de chamanes tiene un historial dispar en sus predicciones anuales. El año pasado, advirtieron sobre una "guerra nuclear" entre Israel y Gaza, que finalmente no se materializó. Sin embargo, en diciembre de 2023 lograron predecir correctamente la muerte del expresidente peruano Alberto Fujimori, encarcelado por abusos contra los derechos humanos.
Antes de la ceremonia, los chamanes se reunieron para beber los brebajes alucinógenos, que se cree les otorgan el poder de vislumbrar el futuro. Durante el ritual, colocaron mantas con flores amarillas, hojas de coca, espadas y otros objetos en la playa, pidiendo energía positiva para el nuevo año.
Las oraciones, danzas y ofrendas realizadas por los chamanes buscan influir en las decisiones de los líderes mundiales y evitar conflictos y desastres naturales. Aunque sus predicciones han tenido un desempeño irregular en el pasado, los chamanes peruanos continúan celebrando este ritual ancestral con la esperanza de guiar al mundo hacia un futuro más pacífico y próspero.
