El fuerte aumento del salario mínimo para 2026 reabrió el debate económico en Colombia y encendió alertas por sus posibles efectos en la inflación y el empleo en el país. Expertos advierten que esta medida elevará los riesgos inflacionarios, golpeará a las pequeñas y medianas empresas (pymes), fomentará la informalidad y trasladará costos al próximo gobierno.
El mandatario colombiano oficializó recientemente el decreto por el cual aumentaba el salario mínimo y el auxilio de transporte para 2026, el cual aplica en todo el territorio nacional pero no a todos los trabajadores. Este incremento, que busca mejorar el poder adquisitivo de los colombianos, ha generado preocupación entre los analistas económicos.
"Un aumento tan fuerte del salario mínimo en un contexto de alta inflación y desaceleración económica puede tener efectos adversos en el empleo, especialmente en las pymes, que son las mayores generadoras de trabajo en el país", explicó el economista Javier Gómez. Según sus cálculos, este ajuste podría impulsar la inflación hasta en un punto porcentual adicional.
Por su parte, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) advirtió que el incremento del salario mínimo "fomentará la informalidad y trasladará costos al próximo gobierno, limitando su margen de maniobra". Esto se debe a que las empresas, sobre todo las más pequeñas, podrían verse obligadas a recortar personal o a pagar salarios por debajo del mínimo legal para poder mantenerse a flote.
Ante este panorama, expertos coinciden en que el Gobierno debe evaluar medidas complementarias, como incentivos tributarios o subsidios, para amortiguar el impacto de esta decisión en el mercado laboral y la actividad económica en general. De lo contrario, advierten, los efectos negativos podrían ser difíciles de revertir en el corto plazo.
